La gravedad del Sol mantiene unido al sistema solar y hace que todo —desde los planetas más grandes hasta las partículas más pequeñas de escombros— se mantenga dentro de su órbita. La conexión entre el Sol y la Tierra y las interacciones entre ambos impulsan las estaciones, las corrientes oceánicas, el estado del tiempo, el clima, los cinturones de radiación y las auroras. Aunque es especial para nosotros, existen miles de millones de estrellas como nuestro Sol dispersas por la galaxia de la Vía Láctea.
El Sol recibe muchos nombres en diferentes culturas. La palabra Sol proviene del latín sol, y “solar” es el adjetivo principal que empleamos para todo lo relacionado con el Sol.